Carrera de Los Chamuscaos

Esta tradicional prueba deportiva recorre los 16 kilómetros que separan a los municipios de La Campana y Fuentes de Andalucía, alternando la salida y meta cada año.

Lo más llamativo de esta carrera popular es su nombre, «chamuscao», apelativo que durante siglos han usado los habitantes de ambos municipios sevillanos para llamar a sus vecinos.
Existen dos leyendas a la hora de intentar explicar el origen de este curioso apodo. Por un lado, se cuenta que desde tiempo inmemorial los pueblos de La Campana, Fuentes de Andalucía y Carmona han usado zonas comunes para aprovechamientos comunales (bellotas, madera, leña, etc.) y para pastos del ganado de los vecinos.
Esta tierra, que pertenecía al Concejo de Carmona, se dejaba utilizar a los campaneros y fontaniegos con la condición de conservar el monte racionalmente y preservarlo del fuego; de modo que si algún día cualquier vecino de estos pueblos quemaba el monte, bien para leña o para desmontar la tierra, todos los vecinos perderían el derecho al uso de la misma. Por circunstancias desconocidas, esta tierra comunal ardió (se chamuscó), sin que se conozca de manera fehaciente el motivo, ni si fue un campanero o un fontaniego el que lo provocó, o simplemente un hecho fortuito como consecuencia de las altas temperaturas en verano.
La segunda versión está basada en la primitiva ermita que existía en La Campana, anterior a la Iglesia actual, donde se veneraba una imagen de San Lorenzo. Esta imagen fue llevada a Fuentes de Andalucía para ser pintada y restaurada. Recién pintada fue trasladada a La Campana, y para protegerlo del sol y las altas temperaturas se decidió cubrirla con una tela de yute. Al llegar a La Campana y destaparse la imagen se comprueba cómo la tela se había pegado a la imagen. Para despegarla se les ocurrió prenderle fuego no muy intenso y desde cierta distancia, con tan mala suerte que no sólo se despegó la tela, sino que también ardió (se chamuscó) la imagen.
Sea como fuere, independientemente de la leyenda a la que acogerse, desde tiempo inmemorial campaneros y fontaniegos se culpan mutuamente de ambos hechos, siendo éste el motivo por el que se llaman unos a otros «chamuscaos».
Otra de las curiosidades de esta carrera popular es lo variopinto de sus premios. Así, los primeros clasificados de las diferentes categorías optan a viajes, jamones, quesos y aceites, también naranjas, garbanzos y otros productos alimenticios, y hasta incluso máquinas de afeitar y otros enseres.

Equicamp

Equicamp, concurso morfológico de Pura Raza Española, se celebra cada año en La Campana como antesala a SICAB, de hecho este concurso es puntuable para las competiciones que tienen lugar en este Salón Internacional del Caballo.

Equicamp se desarrolla en varias jornadas, en las que además de dicho concurso morfológico, se celebran exhibiciones y otros concursos de doma vaquera, a su vez también puntuables para campeonatos de nivel nacional.

Durante estos días se registra una gran afluencia de público, por lo que en cada edición crece la exposición comercial de empresarios locales, actuaciones musicales y todos los servicios necesarios para el desarrollo de este gran evento.

Castañas pilongas

Las castañas pilongas son un plato tradicional en varios pueblos, pero en La Campana este dulce es realmente típico en los días de Semana Santa, en concreto se prepara y se toma en todas las casas durante el Viernes Santo.

Sus ingredientes son azúcar, canela, canela en rama, limón, matalauva, aceite, agua y las castañas pilongas echadas en remojo desde el día antes. Aunque su receta es bien sencilla, debido a la dureza de las castañas pilongas su elaboración es larga, de una a dos horas, resultando un plato muy dulce a base de castañas en almíbar.

Empanás

Las “empanás” son un dulce típico y singular de La Campana, realizado a base de harina, canela, ajonjolí y azúcar.

Es muy consumido en la actualidad debido a que lo realizan y pueden comprarse en todas las panaderías y pastelerías de la localidad.

Pleita

La pleita, considerada artesanía en la actualidad, fue una forma de vida en La Campana en la primera mitad del S.XX, recurso económico y parte del sustento de muchas familias, tanto que actualmente sus vecinos, e incluso las nuevas generaciones, saben trabajar este material para conseguir diferentes enseres como cestas, capazos, alfombras e incluso persianas.

Durante el verano, toda la familia recogía palmas, en cantidad suficiente para trabajarla durante muchos de los meses posteriores, pues en una época en la que aún no se contaba con el plástico industrial, por ejemplo la tomiza era imprescindible para las asas de la espuertas y los asientos de las sillas, así como para muchos de los enseres antes mencionados.

Actualmente la recogida libre de la palma está prohibida, no obstante es posible hacerse con ella de forma controlada, y es así como hoy en día los campaneros siguen trabajando la pleita con el conocimiento y la destreza de sus antecesores en este arte.

Fiestas patronales de San Nicolás

Se trata de varios días de fiestas en los que se rinde tributo a su patrón, San Nicolás de Tolentino, desde el año 1605, cuando una epidemia de peste arrasó miles de vidas en el reino de Castilla. Los vecinos de aquella época, que sentían especial devoción por este santo, se encomendaron a su protección y sus habitantes fueron salvados de la peste. En agradecimiento por este ‘milagro’, y desde aquel año, cada 10 de septiembre, aniversario de la muerte de San Nicolás, se celebraría una misa, procesión, corrida de toros y otras actividades para conmemorar esta festividad.

Feria de San Lorenzo

Se celebra en torno al día 10 de agosto.
Existen referencias de la Feria de San Lorenzo en el Archivo Municipal de La Campana ya desde los años 1754 y 1755, con menciones a una celebración de estas características el 10 de agosto, día del Santo. Se trataba de una feria en la que se comerciaba con productos comestibles y que visitaban turroneros, especialistas del trabajo del cáñamo, de la mercería, de la platería o de la sastrería.
Entre sus actividades cabe destacar la carrera de burros, un concurso de sevillanas, el paseo de caballos, la carrera de cintas, y una programación de actuaciones especialmente para la juventud.

Romería Nuestra Señora del Rosario de Fátima

Se celebra cada año en torno al día 13 de mayo.
Es una de las fiestas más significativas, que consiste en una peregrinación desde la iglesia hasta la Dehesa de los Miura.

Las fiestas empiezan una semana antes de la propia Romería. Durante esa semana la imagen de la Patrona de La Campana, la Virgen de Fátima, visita algunas calles del pueblo que son adornadas con los escudos e imágenes de la Hermandad, así como con farolillos de papel, pequeños altares y juncia fresca.
Una vez el paso deja la calle que recorre, los vecinos y vecinas hacen una cena de convivencia en la calle, cada uno aporta una comida y bailan y cantan toda la noche.
El viernes anterior a la Romería se realiza la ofrenda de flores a la Patrona, donde pequeños y mayores se visten de flamencos y en la puerta de la Iglesia Santa María La Blanca ofrecen a la Virgen de Fátima un ramo de flores.

El día anterior a la Romería, los caballos y el ambiente romero está presentes en cada rincón del pueblo, con grupos de sevillanas y baile en plazas y bares.

El domingo, día de la romería, se celebra misa en la parroquia de Santa María La Blanca. A su término se sitúa a la Virgen en la carreta con bueyes y se inicia el camino romero. La Virgen va tirada por bueyes y durante su recorrido la gente baila, canta salves y sevillanas romeras. Todo el pueblo y visitantes acompaña a la Virgen a la finca Zahariche, famosa por la ganadería Miura. Las mujeres se visten de flamenca y bailan y cantan durante el recorrido. A la llegada a los Miura, los campaneros nos refugiamos a la sombra de los chaparros donde pasamos el día hasta el regreso al pueblo. Es un día de convivencia entre los vecinos y vecinas y de pueblos que nos visitan y a los que invitamos al “chaparro” a comer.

Curiosidad: El paraje donde se realiza la romería es un recinto cerrado. Un lugar ideal para ver de cerca los toros de la ganadería de la familia Miura, que cede la finca para esta celebración.

Semana Santa

Son 5 las Hermandades que realizan Estación de Penitencia, con las siguientes características:
Domingo de Ramos: Stmo. Cristo del Amor en su entrada en Jerusalén, La Borriquita. Destacan los niños hebreos que acompañan a la imagen. Salida en la Iglesia Parroquial Sta. María la Blanca.
Miércoles Santo: Cristo de la Humildad y Paciencia y Nuestra Señora Santísima de los Dolores. El paso es llevado por mujeres costaleras. Tiene su salida en el Convento de San Sebastián.
Jueves Santo: Cristo de la Veracruz. Obra de Juan Gómez, discípulo de Martínez Montañés de principios del siglo XVII, (1616). Ha sido recientemente restaurado por Enrique Gutiérrez Carrasquilla. Salida: Iglesia Parroquial Sta. María La Blanca.
Viernes Santo: Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno y María Santísima de los Dolores. Sale a las 6.30 de la mañana y es una de las más veneradas por los campaneros. Destaca la reverencia de ambos pasos en la Plaza del Pilar. Por la tarde hace su estación de penitencia el Cristo de la Salud con salida del Convento de San Sebastián.
Sábado Santo: Por la tarde tiene lugar la salida de la procesión del Santo Entierro y María Santísima de las Angustias. Destaca las mujeres de mantilla que acompañan a la comitiva del Santo Entierro. Salida: Iglesia Parroquial Sta. María La Blanca.

Carnaval

De importancia en todos los municipios de la comarca, consiste en pasacalles, actuaciones, murgas, chirigotas, concursos…

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